El último punto a analizar del proyecto de rehabilitación passivhaus que ha realizado la Universidad de Burgos es la ventilación. Ante una hermeticidad máxima, ¿cómo se ha diseñado la ventilación?
Durante los últimos años la contaminación del aire de los núcleos urbanos ha aumentado exponencialmente. Las partículas de polución no sólo se encuentran en el exterior, también en el interior de los edificios si éstos no cuentan con una hermeticidad adecuada.
En busca de esa hermeticidad, las casas pasivas utilizan materiales como el poliuretano proyectado para su aislamiento, ya que genera un «efecto sellado» y carece de juntas en su ejecución por las cuales el aire contaminado pueda fluir. Para otros puntos de la edificación, se refuerza la hermeticidad con cintas sellantes.
Una vez que se obtienen las renovaciones de aire permitidas por las exigencias del Certificado EnerPHit, ¿qué sistema de ventilación controlada es el más adecuado para este tipo de rehabilitaciones?
Ventilación mecánica con recuperación de calor
Con la ventilación tradicional en una edificación no pasiva, se intercambia el aire interior con el exterior, ambos contaminados. En un edificio passivhaus el aire interior no está contaminado, por lo que el intercambio de aire con el exterior no puede realizarse bajo los mismos principios que tradicionalmente. Además, de realizarse así, perderíamos el confort interior e introduciríamos corrientes de aire no deseadas.
Combinando la estanqueidad con la ventilación mecánica y la recuperación de calor del aire climatizado, se puede conseguir una ventilación controlada y salubre. En este caso, se ha instalado un sistema centralizado con distribución por conductos de impulsión y extracción que convergen en un recuperador de calor que está certificado por el instituto passivhaus.
Como refuerzo, existe un apoyo de calefacción alimentada por una caldera de gas, para los meses más fríos. Todos los conductos y sistematizaciones han sido certificadas bajo estándares passivhaus.
El pabellón gemelo al de esta rehabilitación, que fue rehabilitado según los criterios del Código Técnico de la Edificación, necesitó el triple de radiadores para mantener el confort interior adecuado.
