El reciclaje es uno de los aspectos que más relevancia han adquirido durante los últimos 25 años a la hora de hacer unas ciudades más sostenibles. Hay residuos como el papel, los restos orgánicos o el vidrio sobre los que apenas hay dudas, pero ¿qué hacemos con los colchones? ¿Tienen materiales reciclables?
El colchón es un residuo que pocas veces en la vida nos tenemos que plantear su reciclaje debido a la larga vida de este producto. Este residuo voluminoso contiene materiales que se pueden reciclar, como el acero de los muelles, la tela que lo recubre o las espumas que lo componen.
Para reciclar un colchón existen varias opciones: que se lo lleve el fabricante, el punto limpio de los ayuntamientos… Lo que no se debe hacer en ningún caso es abandonarlo en la calle ya que será imposible su reutilización. A continuación puedes ver el proceso de reciclaje de colchones (aviso: poner subtítulos)
Reciclaje de colchones de poliuretano
Muchos colchones sobre los que dormimos a diario están fabricados con espumas de poliuretano. La espuma de poliuretano, al igual que ocurre con el resto de materiales del colchón, puede ser reciclable y reutilizado.
Pero ¡ojo!, el poliuretano sólo se puede reciclar a través de un centro de reciclaje autorizado, por lo que debe siempre depositarse en centros autorizados o puntos limpios. Además, ese poliuretano reciclado de los colchones puede encontrarse de nuevo en fachadas, marcos de ventanas, tabiques o puertas, mobiliario de baño, encimeras de cocina… Pero también de nuevo en colchones de poliuretano, asientos de los coches, cojines para muebles o moquetas.
Es importante tomar conciencia y llevar al punto limpio los colchones de poliuretano ya que el reciclaje del poliuretano es un proceso sencillo: la espuma residual se muele en granos y se trata con aditivos y celulosa para conseguir de nuevo un material de poliuretano útil.
