Un óptimo aislamiento con Poliuretano puede reducir hasta en un 80% el consumo energético de nuestros hogares y un 34% las emisiones de CO2 a la atmósfera
Desde 1998, cada 5 de marzo se celebra el Día Mundial de la Eficiencia Energética. Fue durante la Primera Conferencia Internacional de la Eficiencia Energética celebrada en Austria, dónde se decidió establecer una fecha en la que todos los ciudadanos reflexionáramos sobre la problemática del uso abusivo de combustibles fósiles y la importancia de comenzar a explotar fuentes de energía renovable y cerrar el grifo del despilfarro energético, donde destaca especialmente la pérdida energética de los edificios con un aislamiento térmico deficiente.
La eficiencia energética se plantea como una de las políticas de freno para el cambio climático y la consecución de sociedades sostenibles, junto con el desarrollo de energías renovables, cambio en los hábits de transporte o en la apuesta por la construcción sostenible.
Ello no implica renunciar a la calidad de vida, sino la obtención de los mismos bienes y servicios energéticos empleando para ello menos recursos. Esto se consigue con la mejora de los procesos, el reciclaje, el uso de productos menos contaminantes y un consumo inteligente, es decir, utilizar solo aquella energía que realmente necesitemos.
Aislando eficientemente nuestros edificios nuevos y existentes, que son los grandes desplifarradores de energía (por encima de otros sectores), podremos conseguir un amplio ahorro energético. Por ejemplo, un óptimo aislamiento con Poliuretano puede reducir hasta en un 80% el consumo energético de nuestros hogares y un 34% las emisiones de CO2 a la atmósfera y su inversión llega a mortizarse en un período de entre 3 y 6 años.
Por no hablar de los beneficios indirectos, por ejemplo en forma de generación de empleo: de establecerse un Plan de Eficiencia energética, éste constituiría una fuente de empleo en cuanto a aprovechamiento de energías renovables y rehabilitación de edificios que según la Organización Internacional del Trabajo contribuiría a la creación de 1,37 millones de empleos y 100.000 puestos de trabajo estables para 2020.
Desde IPUR nos congratulamos por la, cada vez mayor, concienciación social en l0 referente a ahorro energético, tanto por parte de usuarios como de profesionales y autoridades. Confiamos en que entre todos podamos asentar la implantación de la lógica del triángulo de la energía.
Fuente: Ministerio de Educación y Revista Ambientum