La cadena del frío representa uno de los sectores donde la eficiencia energética es vital, y el poliuretano juega un papel protagonista.
El poliuretano interviene en la cadena del frío como aislante térmico en los elementos de transporte, almacenaje, conservación y distribución de los alimentos. Siempre desde un óptimo de eficiencia energética.
Algunos ejemplos más concretos de sus aplicaciones son las cámaras frigoríficas en restaurantes, cámaras frigoríficas en grandes buques, cámaras de refrigeración o furgonetas.
La implantación de la cadena del frío y su relación con el desarrollo
La conservación de alimentos es cada vez más importante, no solo para prevenir enfermedades y bacterias, sino porque tenemos el reto de alimentar a un mundo con una población creciente. La manera más corriente, económica y eficiente de conservar los alimentos es refrigerarlos o congelarlos cuando están frescos y mantenerlos a baja temperatura durante las fases de transporte y distribución.
Sin embargo, la refrigeración requiere energía generada, mayoritariamente, mediante el uso de combustibles fósiles. Esta generación de energía emite CO2, una de las causas principales del cambio climático.
Cualquiera que sea la fuente de energía empleada, la instalación y el uso de sistemas energéticamente eficientes tiene una importancia crítica, y es aquí donde los productos con altas prestaciones como el poliuretano desempeñan un papel fundamental.
El papel del poliuretano en la cadena del frío
El poliuretano une sus propiedades higrotérmicas a una extraordinaria versatilidad. Esta combinación única de propiedades físicas y aislantes da como resultado un componente esencial en todos los pasos de la cadena del frío.
No solo es uno de los aislantes térmicos más eficientes de los que se dispone, sino que en forma de paneles sándwich permite una construcción racional y económica.
Las ventajas mencionadas han provocado que el poliuretano sea el aislante predominante y el elemento de construcción también predominante en muchas «partes» individuales de la cadena del frío, llegando hasta el 100% en algunas de ellas.
Los paneles sándwich y sus aplicaciones en la cadena del frío
El poliuretano cuenta con la conductividad térmica más baja de entre todos los materiales aislantes, lo que permite ahorrar espacio mediante el uso de productos de espesores reducidos, consiguiendo la misma capacidad de aislamiento que con otros materiales. Esto es especialmente importante en aplicaciones de transporte en las cuales hay limitaciones de espacio.
Su resistencia mecánica intrínseca y su capacidad de auto-adherencia permite producir paneles sándwich utilizados, entre otras aplicaciones, para carrocerías de camiones, almacenes frigoríficos y refrigeradores.
En general, una cadena de frío va desde la producción de los alimentos hasta su consumo. El poliuretano tiene un papel en todos los pasos de la cadena, permitiendo asegurar la calidad del alimento y un consumo mínimo de energía.
Producción de alimentos y pesca
Distribución
Almacenamiento refrigerado
Supermercados de distribución – salas frías y vitrinas refrigeradas
Aplicaciones domésticas – refrigeradores y congeladores
Puedes saber más sobre el papel del poliuretano en la cadena del frío descargando el documento a continuación: