El estudio ITE ARQUITECTOS, especializado en Rehabilitación Energética de Edificios, recomienda el poliuretano inyectado como solución de aislamiento térmico especialmente por su eficiencia y durabilidad. Este aislamiento permanece adherido, no se asienta. Este aislamiento no pierde propiedades ya que no absorbe humedad ambiental.
ITE ARQUITECTOS es un experto estudio de arquitectura especializado en Inspección Técnica de Edificios y la Rehabilitación Energética, dentro de la cual, recomienda el aislamiento térmico con Poliuretano por ser una medida altamente eficiente y polivalente, ya que permite, entre otras cosas, dar una solución sostenible y económica cuando necesariamente la actuación ha de acometerse desde el interior del edificio.
Muchos edificios construidos en los años 60 ó 70 carecen de ningún tipo de aislamiento térmico en el interior de sus cámaras de fachada. A menudo cuando se va a acometer una rehabilitación nos encontramos con el problema de que algunos de estos edificios tienen sus fachadas catalogadas, protegidas o simplemente no se desea perder espacio interior.
Este sistema de inyección de aislamiento térmico es la mejor opción cuando existe imposibilidad de actuar desde el exterior. Una opción viable para mejorar su aislamiento térmico es rellenar esta cámara con espuma de poliuretano.
Esta opción tiene la ventaja de que no altera la configuración de la fachada exterior, no precisa costosos medios auxiliares y no hace perder espacio en el interior de los edificios.
Su gran ventaja se llama DURABILIDAD
A diferencia de otros productos aislantes, que se insuflan en las cámaras, la espuma de poliuretano permanece adherida y no se asienta. Esto significa que sus prestaciones aislantes se mantinen durante toda la vida del edificio.
El asentamiento de ciertos aislantes se produce por efecto de la humedad ambiental, incrementando su peso y produciendo un fenómeno de asentamiento progresivo, que hace que la parte de arriba del muro quede sin aislar al cabo de pocos años, generando puentes térmicos y fuentes de condensaciones.
Para ejecutarlo, las inyecciones se realizarán a través de taladros espaciados, como máximo 50 cm entre sí, sin que se sitúen sobre la misma línea. La inyección debe comenzar por los taladros situados en la parte inferior, llenando la cámara de abajo a arriba lentamente ya que el material específico para estos casos, el Poliuretano, es de muy baja densidad (12 kg/m3 en expansión libre) y con un periodo de espumación lento, debe saturar el volumen de la cámara sin crear tensiones excesivas en las fábricas colaterales ya que éstas se pueden llegar a fisurar.
El poliuretano se inyecta en estado líquido en la cámara de aire de la fachada, expandiéndose en el interior y formando una espuma rígida de celda abierta de gran capacidad aislante y muy baja densidad, donde sólo el 2% es materia sólida. También se utiliza en aislamiento industrial de tanques, depósitos y tuberías.
La inyección de espuma rígida de poliuretano en la fachada es una de las actuaciones más eficaces para reducir las pérdidas o ganancias energéticas y las emisiones contaminantes de los edificios. Se puede inyectar Poliuretano en cualquier fachada de doble hoja, ya sea de ladrillo, hormigón, cemento, yeso laminado, fibrocemento, metal o madera, siempre que disponga de un espacio hueco en el medio del cerramiento (cámara de aire).
Esta solución es, por ejemplo, la de menor coste a la hora de hacer la rehabilitación energética de una fachada de doble hoja sin aislamiento; pero también posee muchas otras ventajas que lo convierten en la solución ideal para los supuestos expuestos:
– El poliuretano inyectado tiene una conductividad térmica 8 veces menor que la
cámara de aire, lo que reduce notablemente las pérdidas de energía por transmisión a
través del cerramiento.
– Al sellar el espacio vacío de la fachada, elimina las infiltraciones de aire exterior y mejora el comportamiento térmico y el confort.
– Su estructura de micro-celdas abiertas lo convierte en un buen absorbente acústico, por
lo que reduce el ruido aéreo proveniente del exterior.
– Al ir situado tras la tabiquería, no afecta a la seguridad contra incendios del edificio. La tabiquería resiste y protege. El aislamiento con espuma de poliuretano cumple su función, en este caso de forma eficiente y duradera.
– Al expandir dentro de la cámara, y ser un material rígido, forma un cuerpo, asegura el
llenado total de la cámara incluyendo huecos y fisuras, se adapta a cualquier geometría, y no sufre asentamientos con el paso del tiempo.
– El carácter adhesivo del poliuretano hace que esta solución consolide ambas hojas de
la fachada.
– El poliuretano no emite sustancias perjudiciales, ni facilita la proliferación de hongos o
microorganismos, y es un material inocuo y estable de gran duración, con una vida útil
superior a 50 años.
– No reduce el espacio habitable del edificio.
– En su puesta en obra genera mínimas molestias al usuario.
Fuente: ITE Arquitectos y elaboración propia