Johnson Controls lanza al mercado la tercera generación de su espuma de poliuretano de bajas emisiones para fabricación de interiores de vehículos.
En función de las especificaciones, esta espuma registra hasta un 90% menos de COV (compuestos orgánicos volátiles) que hace diez años. Johnson Controls ha reducido notablemente la cantidad de impurezas en el material y los olores asociados en la espuma.
Johnson Controls lleva 15 años en la investigación, el desarrollo y la producción de espuma de bajas emisiones para asientos de automóviles. El producto más reciente de esta investigación está llegando al mercado.
Nuestro objetivo es sustituir los materiales actuales por materiales de bajas emisiones aptos para la producción en serie sin alterar las propiedades únicas de las espumas de poliuretano, como su durabilidad y rigidez», señala Ingo Fleischer, Group vice president y General manager product group foam de Johnson Controls Automotive Seating. «Al fin y al cabo, innovaciones como nuestra última espuma de bajas emisiones permiten conseguir un aire más limpio y sano en el interior del vehículo.
Estudiamos y probamos continua y sistemáticamente todas las nuevas soluciones y tecnologías de materiales del mercado en estrecha colaboración con nuestro proveedor de materiales. Basándonos en los resultados, adaptamos el proceso de producción a fin de maximizar el potencial de reducción de emisiones de un nuevo material. La espuma es una parte esencial del asiento en lo que se refiere al confort y da su forma al cojín y al respaldo. Partiendo de un volumen medio de espuma de 0,25 m3 para un asiento de coche, esta fórmula optimizada apoya nuestros esfuerzos por contribuir a un ambiente interior más limpio y saludable.
El centro tecnológico de Johnson Controls de Estrasburgo (Francia) está tomando la delantera en el desarrollo de espuma de bajas emisiones. En colaboración con los centros de investigación y desarrollo de Johnson Controls de Plymouth (Michigan, EE. UU.) y Shanghái (China), el equipo de Estrasburgo crea soluciones para el mercado global que superan considerablemente los estrictos requisitos sobre emisiones de los OEM globales. La producción de la última espuma de bajas emisiones tiene lugar en las instalaciones de la empresa de Europa y China. Y hay prevista una tercera ubicación en los Estados Unidos.
Con el paso de los años, hemos conseguido mejorar no sólo el material de espuma, sino también los procesos de producción, los métodos de ensayo y nuestra experiencia en general
Además de reducir los COV en un 90%, Johnson Controls ha reducido satisfactoriamente las impurezas que generan olores y los aldehídos a su mínimo absoluto.
Fuente: El Economista
