El objetivo del estudio es cuantificar la contribución del poliuretano aislante a las prestaciones ambientales y económicas en edificios de baja energía y compararla con el uso de aislamientos alternativos.
Costes y prestaciones ambientales son dos de los principales criterios de selección y especificación de los productos de construcción. Junto con el impacto social, representan los tres pilares del desarrollo sostenible.
Las administraciones, la industria, las ONG’s y los usuarios finales están de acuerdo en la necesidad de que la industria de la construcción se mueva hacia unos conceptos y diseños de construcción más sostenibles. Pero el tema que los divide es cómo se puede evaluar esa sostenibilidad de la mejor manera y qué herramientas utilizar para guiar a los constructores, ingenieros, arquitectos y administración para que hagan una elección más informada de los materiales.
La mayoría de los expertos reconoce que la sostenibilidad de los productos de construcción sólo se puede evaluar a nivel de unidad funcional, que es el edificio en el que se integra o, como mucho, el componente o elemento constructivo del edificio. Ese punto de vista se ve reforzado, entre otros, por CEN/TC 350 – el comité técnico a cargo del desarrollo de las normas armonizadas europeas para la evaluación de la sostenibilidad de los edificios.
Otros prefieren fijar los requisitos de prestaciones en los productos de construcción o en los propios materiales, creyendo que se pueden conseguir edificios sostenibles simplemente ensamblando los llamados productos “verdes”. Es la perspectiva utilizada en el desarrollo de la mayoría de los criterios verdes o eco-etiquetas de productos de construcción, estableciendo guías de productos para influenciar la elección de materiales de construcción. Pero se puede demostrar que ese punto de vista no conduce necesariamente a las mejores soluciones en la práctica.
En este contexto, PU EUROPE encargó al BRE, (la entidad británica Building Research Establishment), la cuantificación de los costes ambientales y económicos del uso de Poliuretano y otros aislamientos en el diseño de edificios de “baja energía”.
Objetivos del estudio
El objetivo global del estudio era cuantificar la contribución del poliuretano aislante a las prestaciones ambientales y económicas en edificios de baja energía y compararla con el uso de aislamientos alternativos relacionados con las aplicaciones bajo consideración. Se buscaba evidenciar que la fijación de criterios ambientales a nivel del producto o la comparación los aislamientos sin conocer los requisitos exactos de diseño del edificio, no producían resultados significativos.
Edificio modelo
El BRE diseñó el edificio modelo y los componentes del edificio, determinó las soluciones de aislamiento y la elección de los materiales de construcción partiendo de sus propias bases de datos. PU EUROPE únicamente definió los valores de U para los componentes del edificio partiendo de los niveles de las “casas de baja energía”.
El edificio modelo era una pequeña vivienda aislada del Informe de Clientes del BRE “Viviendas Estándar para Modelos Energéticos” (CR444/98) de Peter Iles. La superficie total del suelo de la casa de dos plantas era de 104 m2 con sistemas de calefacción, iluminación, etc., fijos, donde únicamente variaba el aislamiento de la envolvente del edificio. Se establecieron tres zonas climáticas: Mediterráneo Templado, Oceánico Templado y Continental Frío. Las construcciones del modelo eran las habituales y relevantes para todas las zonas climáticas del estudio.
Cálculo de las emisiones debidas a la energía de la calefacción
La energía utilizada para calentar un espacio se calculó utilizando una versión de BRESAP corregida para las diferentes zonas climáticas exteriores. La fuente de energía era el gas natural.
Evidentemente, había una clara diferencia del consumo energético para calentar el espacio entre los tres diferentes climas exteriores. Por ejemplo, utilizando la zona Oceánica Templada como consumo básico, los consumos para calefacción de edificios nuevos en Continental Frío eran un 140% más elevados.
El estudio constaba de tres partes:
- Parte 1: impacto del aislante en el edificio (nueva construcción).
- Parte 2: impacto del aislante en rehabilitaciones cuando el espesor está limitado.
- Parte 3: impacto del aislante en cubiertas deck planas de nuevos edificios.
Modelo de Costes de Ciclo de Vida (CCV)
La especificación de los elementos y el coste de todos los componentes pretendían representar el coste típico en el que incurren los propietarios de edificios. Los gráficos de CCV muestran el coste acumulado tras 50 años de servicio a un 3,5% de tipo de interés. Las estimaciones de CCV se realizaron tomando como modelo de costes del BRE, cumpliendo con BS/ISO 15686-Parte 54, que define los costes del ciclo de vida como el “Coste de un activo o de sus partes a lo largo de su ciclo vital, manteniendo sus requisitos de prestaciones”. Los costes de ciclo de vida, por tanto, tenían en cuenta el mantenimiento normal y los componentes con caducidad, según el caso.