1. El escenario de referencia de las Euroclases
Las Euroclases miden el comportamiento de reacción al fuego de los materiales y productos constructivos tomando como referencia la potencial contribución de éstos en el caso de inicio y desarrollo de un incendio en la esquina de una habitación.
Para categorizar comportamientos se toma como criterio el tiempo de aparición del flashover, el cual se define como una combustión súbita generalizada en el interior de dicha habitación.
Los criterios y parámetros para asignar las Euroclases vienen descritos en la norma de clasificación UNE-EN 13501-1 “Clasificación en función del comportamiento frente al fuego de los productos de construcción y elementos para la edificación. Parte 1: Clasificación a partir de datos obtenidos en ensayos de reacción al fuego”.
Sobre las Euroclases y su significado forman parte de una disciplina compleja, la seguridad contra incendios. El desconocimiento en esta materia se aprovecha por algunos sectores industriales para tratar confundir al usuario de manera interesada, llevando la categorización al nivel de la composición química del material, llegando a un simplificado mensaje para comparar “combustible vs no-combustible”.
En concreto, esta simplificación toma forma principalmente en la diferenciación del comportamiento entre un material o producto clasificado como A2 o B.
2. La diferencia entre las Euroclases A2 y B
¿Cuál es la diferencia entre ambas clasificaciones?
Lo primero es acudir a la norma de clasificación UNE-EN 13501-1 para descubrir los criterios y parámetros que sirven para alcanzar cada una de las clases anteriores.
Para la obtención de ambas clases es preciso realizar el ensayo del SBI (UNE EN 13823), o Single Burning Item, que consiste simular un incendio en la esquina de un habitación pero a escala reducida dado que el tamaño de las muestras es de 1,5m x 1,0 m y 1,5m x 0,5m. Por tanto este ensayo no puede considerarse en ningún momento como un ensayo a gran escala. En este ensayo se consideran los siguientes parámetros.
- FIGRA0,2MJ, que significa la velocidad de crecimiento del incendio (Fire Growth Rate)
- THR, cuyo significado nos indica el calor total liberado por la muestra objeto de ensayo (Total Heat Released)
- LFS, no debe haber propagación lateral de llama que alcance el borde de la muestra de ensayo (Lateral Flame Spread).
Los criterios que deben cumplir los parámetros anteriores para alcanzar una clase B serían los siguientes.
Pero lo más llamativo es cuando acudimos a ver las exigencias para una euroclase A2.
Es decir, en el ensayo más representativo de las Euroclases, el SBI, los criterios de clasificación para una clase B y A2 son exactamente los mismos.
La diferencia entre ambas clasificaciones radica en el segundo método de ensayo necesario para alcanzar cada clase. En el caso de la clase B, sería necesario realizar el ensayo del pequeño quemador. Este ensayo consiste en aplicar una pequeña llama sobre la superficie del material o producto para evaluar la propagación de la llama. La norma de ensayo sería la UNE-EN ISO 11925-2.
En cambio para la clase A2, se precisaría realizar otro ensayo que dependiendo del producto o material, podría ser el horno de no combustibilidad (UNE-EN ISO 1182) o la bomba calorimétrica (UNE-EN ISO 1716). En ambos casos las muestras son muy reducidas y se ensayan materiales individuales de forma aislada, nunca productos completos en condición final de uso. El ensayo del horno se podría aplicar a materiales homogéneos o componentes sustanciales de productos heterogéneos. Para el ensayo de la bomba donde se mide el PCS (Potencial calorífico Superior), es decir, la carga de fuego, se emplea tanto para productos homogéneos como productos heterogéneos. Normalmente esta es la mejor opción aunque depende del tipo de producto.
Seguidamente se muestran los ensayos requeridos para las clase B y A2 junto con los criterios de clasificación.
Por tanto queda claro que la carga de fuego del material o producto es clave para la diferenciación entre un producto con clase A2 y B, ya que en términos de propagación de llama los criterios clasificatorios serían los mismos.
Normalmente a los productos clasificados como B se les llama “combustibles” y se les asocia por parte de algunos sectores un comportamiento en caso de incendio negativo o muy desfavorable y se tiende a englobar dentro de este término a todos los productos o materiales con euroclase B, C, D y E, mayormente de composición química orgánica. Sin distinción. Simplificando. Aquí es donde radica el interés en crear confusión.
Aquí planteamos una pregunta ¿esta circunstancia implica “siempre” que su comportamiento en caso de incendio sea desfavorable tan sólo por este hecho?
Veamos a continuación que no siempre es así y por ello se deben respetar las diferencias que supone la escala de clasificaciones.
Si atendemos a las cargas de fuego de los productos, éstas consideran la carga de fuego total del producto o del material, pero en una situación de incendio se observa que no siempre se moviliza toda la carga de fuego, existiendo numerosas evidencias basadas en ensayos a gran escala y análisis de incendios reales que justifican este hecho.
Esto es especialmente relevante en formulaciones avanzadas de productos termoestables como el PIR o ciertos productos de madera, que carbonizan cuando se ven afectados por un incendio.
Los productos de PIR clasificados con una euroclase B pueden presentar prestaciones de resistencia al fuego cuando se emplean bajo determinadas condiciones, lo cual ofrece una ventaja a considerar en caso de incendio. Por supuesto, esto aplica a todos los productos pero es más frecuente observar este tipo de comportamiento.
Incluso es posible encontrar productos PIR con euroclase B y con certificaciones FM, Factory Mutual, muy apreciadas por el sector asegurador, dado que demuestran un comportamiento superior en caso de incendio. Es importante incidir que no todos los productos de PIR o madera presentarán siempre el mismo comportamiento, dado que dependerá de la formulación del PIR o del tipo de madera, entre otros factores.
3. La carga de fuego de los productos A2 no es cero
Por último, un producto con una euroclase A2 no significa que su carga de fuego sea cero.
Esta clasificación implica que tiene que superar un valor concreto de carga de fuego. En concreto si tomamos como referencia el Manual de Instalación, Mantenimiento y verificación de construcciones con paneles sándwich de Cepreven, se observa en el caso concreto de paneles sándwich la siguiente tabla informativa.
En dicha tabla se muestran los valores máximos y mínimos orientativos que podrían presentar los paneles sándwich. Normalmente los paneles sándwich con núcleo de lana mineral suelen ofrecer una euroclase de reacción al fuego A2 y a la vista esta tabla, se observa que podrán presentar una carga de fuego diferente a cero.
Para saber si estas cargas de fuego son relativamente altas o bajas conviene consultar las cargas de fuego de los productos habituales que se encuentran dentro de los edificios o establecimientos industriales.
En el ámbito industrial, podemos considerar las cargas de fuego límite usadas como referencia para establecer el nivel de riesgo intrínseco, NRI.