Las mayores inversiones contempladas por el Ministerio de Industria y el IDAE, se destinan a actuaciones sobre la envolvente de los edificios
El objetivo es ahorrar un 20% del consumo de energía primaria hasta el 2020.
Y la estrategia para los edificios se basa en tres líneas de actuación:
- Rehabilitación energética de la envolvente de los edificios existentes
- Potenciar las calificaciones de eficiencia energética altas, A y B.
- Potenciar la nueva construcción de edificios de “energía casi cero”
Extracto de la presentación del Plan de Ahorro y Eficiencia Energética 2011-2020
Estas tres líneas de actuación suponen un nuevo escenario para la edificación que requerirá niveles de aislamiento muy superiores a los mínimos exigidos por el vigente CTE.
El valor de aislamiento necesario para las altas calificaciones de eficiencia energética y los edificios de energía casi cero se conoce como el aislamiento óptimo y supone entre el doble y el triple del que resulta de aplicar las exigencias mínimas del vigente CTE, en función de la zona climática y la solución constructiva.
Esta es la propuesta lanzada por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio con el Plan de Acción de Ahorro y Eficiencia Energética 2011-2020, elaborado en colaboración con el IDAE.
Este Plan de Acción nacional responde a los requerimientos de la Comisión Europea que ha exigido a todos los estados miembros la redacción de un documento de trabajo (National Energy Efficiency Action Plan, NEEAP) que establezca las actuaciones y mecanismos necesarios para conseguir los objetivos fijados.
El primer examen de resultados se realizará dentro de cuatro años. España se ha fijado un objetivo mínimo orientativo de ahorro del 9% para 2016.
Para cumplir con estos exigentes porcentajes, el Plan de Ahorro Nacional ha puesto de nuevo sus miras en el sector de la edificación, responsable del 40% del consumo de energía en España. El estudio propone medidas sobre la envolvente de los edificios como el método más eficaz para conseguir ahorros en energía final como consecuencia del mantenimiento de una temperatura adecuada en el interior de los mismos. Asimismo, deberá conseguirse una importante mejora de los rendimientos de las instalaciones (renovaciones de calderas y equipos de aire acondicionado básicamente). El documento contempla también la introducción en España de las redes de frío y calor, de la mano de las Empresas de Servicios Energéticos. Dichas instalaciones facilitarán la entrada de las energías renovables térmicas y la cogeneración, posibilitando mediante esta tecnología la generación distribuida de energía eléctrica, evitando pérdidas en transporte y distribución.
Dentro del sector Edificación y equipamiento, considerando de manera conjunta los edificios de uso vivienda y los de uso terciario, los ahorros se atribuyen, en un 73% a las mejoras sobre la envolvente y las instalaciones térmicas, y en un 29% a las mejoras de la eficiencia energética en iluminación.
Las inversiones contempladas para acometerlo son importantes. En el sector Edificación y equipamiento, hay que actuar sobre 8,2 millones de metros cuadrados al año, tanto con la construcción de edificios de consumo de energía casi nulo como con la rehabilitación integral con alta calificación energética de una parte del parque edificatorio existente.
El Plan contempla unas inversiones del orden de los 500 millones de euros en promedio anual, que serán realizadas por los agentes privados para adaptarse al nuevo marco normativo que pudiera derivarse del Plan y a inversiones que se realizarán como resultado del efecto incentivador que tendrán los apoyos gestionados por el sector público.
Nuevamente, las inversiones totales se distribuyen por sectores de manera desigual: el sector edificación y equipamiento absorbe el 59,4% de las inversiones previstas, mientras que el sector transporte representa un 6,7%; industria, un 17,5% y transformación de la energía un 13%.
Aunque buena parte de las inversiones necesarias en el sector de la edificación habrán de hacerse sin apoyos de las administraciones públicas, como resultado de los cambios normativos venideros y los que ya se han introducido y otras serán el resultado del progreso tecnológico y de la renovación del parque edificatorio, el IDAE y el Ministerio de Industria son conscientes de que para conseguir los ahorros previstos, habrá que contar con el efecto incentivador de subvenciones y ayudas del sector público.
Solamente para el sector de la edificación, el Plan de Acción, contempla unos apoyos que alcanzan los 2.883 millones de euros. Muy por encima de las subvenciones contempladas para el sector transporte (996 millones de euros) o la industria (750 millones de euros).
En definitiva, si se logran los objetivos fijados de ahorro sobre el consumo en el año 2020 se conseguirán reducciones de las importaciones de combustibles fósiles (con un ahorro acumulado de 950 millones de barriles de petróleo), disminuciones de las emisiones de CO2 asociadas a su combustión, una importante generación de empleo y el estímulo de la actividad económica. El Plan de Acción permitirá movilizar una inversión de 45.985 millones de euros y supondrá unos ahorros de 78.687 millones de euros, lo que supone un beneficio neto de 32.702 millones de euros.
Consulta un extracto de la Guía del Plan de Ahorro y Eficiencia Energética 2011-2020
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