El poliuretano es un material muy versátil, por lo que está presente en nuestra vida cotidiana en multitud de formas. Desde muebles a partes de coches, calzado, ropa, juguetes, prótesis, instalaciones deportivas… No solo no es tóxico, como señalan algunos mitos en torno a él, si no que se encuentra en aplicaciones que están en contacto directo con nuestra piel. Es, por tanto, saludable y sostenible, por lo que su presencia en las cocinas es más que recomendable.
¿Dónde encontramos poliuretano en las cocinas?
Está en cualquier rincón: se emplea para encimeras, armarios, paredes, suelos, ventanas, mobiliario, electrodomésticos, iluminación… Con su uso se consiguen cocinas sostenibles y asequibles.
Por su resistencia, el poliuretano sirve para proteger superficies delicadas como la madera o el vidrio. Y, por su versatilidad, ayuda a poner un toque de diseño, gracias a las posibilidades de moldeado que ofrece.
Por otro lado, los marcos de las ventanas pueden ser de poliuretano, para evitar fugas de calor. Asimismo, en el suelo de la cocina, el revestimiento de poliuretano aporta un extra de resistencia al desgaste, a la corrosión y al rayado. Será así muy duradero y, lo que es más importante en este caso, fácil de limpiar.
Recubrir con poliuretano armarios y encimeras ayuda a realzar la belleza de la madera. También aporta protección contra manchas, humedad y arañazos. De esta manera se evitan decoloraciones y, además, se podrá actualizar el aspecto de mesas o encimeras usadas.
En los frigoríficos y congeladores el poliuretano está muy presente en forma de aislamiento, una tarea muy común de este material en el sector de la refrigeración. Además, al poder tener distintas densidades, puede servir para diseñar elementos muy diferentes. Todo esto reduce el gasto de energía, por lo que tendremos una cocina que generará un gasto menor.
En cuanto a la iluminación, el poliuretano puede formar parte tanto de las pinturas, que ayudan a crear ambiente, como de apliques o lámparas.
La espuma de poliuretano, por su flexibilidad aporta comodidad en el mobiliario de toda la casa, desde sofás a butacas y, también en las sillas de cocina. Es empleado para el relleno de los cojines que se colocan en los asientos, permitiendo además todo tipo de diseños.
¿Qué ventajas tiene el uso de poliuretano en la cocina frente a otros materiales?
Puede fabricarse en distintas densidades, por lo que se adapta de forma versátil a todo tipo de necesidades, algo que lo hace único.
Su dureza lo convierte en el material perfecto para proteger otros materiales en la zona de trabajo de la cocina, cumpliendo con las más altas exigencias de resistencia a los golpes y a los cortes.
En cuanto a la estética, las pinturas a base de poliuretano son muy empleadas por su aspecto brillante y su precio ajustado, aportando acabados muy atractivos que además resultan fáciles de limpiar y exigen poco mantenimiento.
Es muy habitual el uso de poliuretano en las cocinas de las casas pasivas, al igual que en el aislamiento térmico. Es, por tanto, un material imprescindible en la construcción sostenible que resulta también un gran aliado para el confort interior de las viviendas.
