Las Casas Pasivas son el objetivo de la edificación actual, con un gran crecimiento a lo largo de todo el país. Para conseguir este tipo de edificios de bajo o cero consumo energético, es necesario que éstos cuenten con envolventes herméticas.
Los edificios de bajo consumo energético no sólo miran por el ahorro de energía, si no también por mantener interiores confortables y saludables. Para esto, los sistemas de ventilación natural o mecánica eficientes se están convirtiendo en indispensables de cara a mantener niveles de humedad en los deseados.
Los edificios no transpirables son un peligro para la salud
En edificios no transpirables o edificios que conducen a la condensación superficial, se acumularía humedad. Esto a su vez, conduciría a un crecimiento microbiano (moho, ácaros del polvo) con todas sus consecuencias negativas.
¿A qué nos referimos con la «transpirabilidad»? Cuando se habla de este concepto nos referimos a la condensación que puede producirse en la capa de aislamiento de paredes o cubiertas si se utiliza un material de baja resistencia al vapor.
Aislamientos frente a la condensación en las viviendas
Gracias a su baja permeabilidad, el poliuretano no se ve afectado por problemas de condensación. Esta es una característica de gran valor, ya que en un supuesto caso de 0,5 renovaciones de aire por hora, la ventilación supone el 95% de la transferencia de vapor de una casa con paredes “transpirables”, según el estudio de Cambridge «La transferencia de humedad y la importancia de la transpirabilidad en edificios»
La renovación de aire en masa es al menos 19 veces más importante que la “transpirabilidad” en el control de la humedad portada en el aire, condensación superficial, crecimiento de moho, ácaros del polvo y los consiguientes problemas de salud. Lo mismo se aplica al efecto de amortiguación de la humedad de los elementos de construcción.
La investigación «Efecto de los materiales de aislamiento» ha demostrado que el aislamiento térmico tiene un papel poco relevante en la causa de las condensaciones, ya que el efecto amortiguador se limita principalmente a la capa de recubrimiento en contacto directo con el aire interior. Aunque su implicación en la formación sea mínima, las prestaciones del material elegido como aislamiento térmico sí pueden verse afectadas por las condensaciones. Un material de baja permeabilidad como el poliuretano tendrá un comportamiento óptimo frente a estas situaciones.