Adidas, en colaboración con BASF, utiliza un nuevo compuesto de Poliuretano que se aleja de lo convencional y que permite el retorno de la energía, posibilitando mejores resultados
«La gente se obsesiona con la velocidad, pero también es importante la energía», dice Yohan Blake, vigente campeón mundial y compañero de entrenamientos y de podios de Usain Bolt, en la presentación de las nuevas zapatillas Adidas Boost, el pasado 13 de febrero en Nueva York.
En esa línea, Adidas parece haber dado en el clavo. Investigando en una parte del deporte que estaba adormecida desde los años 90, desde que se terminaron de perfeccionar las cámaras de aire, la firma alemana ha alumbrado la «Boost», una zapatilla con un nuevo compuesto de Poliuretano, que se aleja de lo convencional, y que permite el retorno de la energía, lo que dota de mayor eficacia a la carrera.
Y es que los gránulos de espuma de Poliuretano termoplástico (TPU) son la verdadera clave en la tecnología ‘ running-shoe’ de la nueva Adidas Boost, desarrollada en colaboración con BASF, una de las empresas asociadas a IPUR.
«En 25 años no se había avanzado por este camino. Todo el mundo quiere más energía, ya sea corriendo un maratón, entrenamiento para una próxima temporada o simplemente tratando de ponerse en forma. No es comparable con ningún otro hito de la industria deportiva porque es algo totalmente novedoso», explica Eric Liedtke, el responsable de rendimiento de Adidas, que espera ver los resultados en los atletas que cobija la escudería en primavera con la llegada de los maratones. La Boost de Adidas «combina ventajas de rendimiento aparentemente contradictorias: una amortiguación suave y capacidad de respuesta», lo que realmente la hace romper todos los moldes establecidos.
«Sin ninguna duda que esto permitirá batir el récord del mundo. Sin ninguna duda», asegura Haile Gebreselassie, doble campeón olímpico, embajador de la marca, pero que intenta situarse en un plano objetivo. «Pruébenla ustedes y encontrarán la respuesta. Yo lo tengo claro. Sólo falta saber hasta dónde se bajará el récord».
El atleta gana en confort y en rendimiento, sin que afecten a las otras propiedades que se exigen. Incluso los test de temperatura han podido demostrar que entre los 40 de máxima y los 20 grados bajo cero, la zapatilla no sufre alteración. «Hace 20 meses que empezamos en este proyecto. Y desde ese día hasta ahora, cada día, no he parado de pensar en que estamos ante un hallazgo grandioso», confiesa Liedtke, con el aire triunfal con el que se debió manifestar Einstein en Berna cuando dio con la fórmula.
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Tecnología avanzada, con el sello de BASF
El material de relleno se basa en un desarrollo de BASF: gránulos de espuma de Poliuretano termoplástico (TPU), formando una estructura celular. Adidas lo describe como «miles de pequeñas cápsulas de energía que componen la entresuela del calzado«.
Pruebas sobre la espuma de TPU demostraron que, cuando se alcanzan de +40 ° a -20 ° C, es tres veces más resistente a la temperatura estándar del material EVA (El Etileno Vinil Acetato, material de uso generalizado en la entresuela en zapatillas de running), proporcionando un funcionamiento más consistente.
Pero no sólo encontramos el Poliuretano en la entresuela; además, la parte superior en la zapatilla nueva también cuenta con Poliuretano, lo que también contribuye al aumento de la energía.
A continuación os mostramos más información sobre el Poliuretano en la elaboración de calzado:
