La semana pasada tuvo lugar el día mundial del ahorro de energía. Cada 21 de octubre se celebra en todo el mundo una jornada para recordar la importancia de adquirir hábitos responsables a la hora de consumir energía, así como de promover la eficiencia energética.
En este día se quiere señalar la necesidad de la toma de conciencia colectiva acerca del uso racional de la energía, de la apuesta por edificios sostenibles y de la extensión de las energías renovables. Todos estos objetivos son clave para alcanzar los compromisos marcados en la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible.
¿Qué beneficios aporta el ahorro de energía?
Las ventajas son múltiples, y van mucho más allá del bolsillo de las personas consumidoras. También trae beneficios para toda la sociedad y para el planeta. Sin duda, el Día mundial del ahorro de energía debe ser una celebración diaria, puesto que ahorrar energía:
- Evita la extracción de recursos naturales, evitando el consiguiente coste económico y ambiental.
- Permite la reducción de emisiones contaminantes, por lo que ayuda a tener ciudades con un aire más limpio.
- Supone un relevante ahorro económico para los hogares.
- Es una fuente de empleo, dado que el sector de renovables y el de la eficiencia energética no para de crecer.
- Aumenta la competitividad de los países, al permitir reducir la cantidad de energía importada.
¿Qué papel tiene el poliuretano en el ahorro de energía?
El aislamiento térmico resulta crucial en la mejora de la eficiencia energética. No hay que olvidar que hasta el 60% del consumo de energía de los edificios se dedica a la climatización.
Por esta razón el uso de un buen material aislante, como es el poliuretano, supone un importante ahorro tanto en obra nueva como en rehabilitaciones. Gracias a su versatilidad, es la opción idónea para aislar la envolvente, clave a la hora de reducir pérdidas de energía e infiltraciones, así como para eliminar los puentes térmicos. Por ello, el poliuretano inyectado en cámara de aire es una solución muy eficaz en fachadas. Pero, ya sea por inyección o por proyección, en forma de planchas o de paneles sándwich, se adapta a las necesidades de aislamiento de todo tipo de elementos constructivos. Así, el poliuretano también está muy presente en el aislamiento de cubiertas, suelos, techos, tuberías y tabiques interiores.
En todos los casos, además de aportar un aislamiento térmico eficaz con total estanqueidad al aire, impermeabiliza permitiendo la transpiración. También supone una ventaja a nivel acústico por su efecto de sellado —no presenta juntas ni solapes al aplicarse en una capa continua—, evitando ruidos tanto interiores como exteriores.
Asimismo, el poliuretano es sostenible, dada su durabilidad —su vida útil puede alcanzar hasta los 50 años—, la casi nula necesidad de mantenimiento y la posibilidad de ser reciclado al 100%. Por otra parte, su utilización evita muchas más emisiones de las que se generan en su producción. De este modo, es un material muy presente en la construcción de Edificios de Energía Casi Nula (EECN).
Por todos estos motivos, el poliuretano merece una mención especial en el Día Mundial del Ahorro de Energía.
