La reacción al fuego de los productos de construcción se mide según las Euroclases, recogidas en la Norma UNE-EN 13501.
El poliuretano, como todos los polímeros, es un material orgánico y por tanto combustible. No obstante, existen espumas de poliuretano clasificadas desde C,s3-d0 hasta E. Debiendo aplicarse unas u otras de acuerdo con el riesgo a que vayan a estar expuestas y de acuerdo a las exigencias del CTE DB-SI.
Por otra parte, la clasificación de productos según UNE-EN 13501 admite ensayos en condición de aplicación final de uso. Si el poliuretano va a ir recubierto por otro material (yeso laminado, fibrocemento, plancha metálica…), el ensayo y la clasificación se realizará montando las muestras de esta forma. Los fabricantes de sistemas tienen que acreditar mediante certificado de ensayo hasta que espesor máximo cumplen sus diferentes sistemas. Todo ello en las diferentes clasificaciones según las diferentes condiciones o aplicaciones finales de uso.
El CTE y el fuego
El CTE DB-SI recoge las exigencias de reacción al fuego de los elementos constructivos, incluidas las del poliuretano proyectado o inyectado.
Clasificación en aplicación final de uso
Antecedentes
La Norma UNE-EN 13501 de clasificación de reacción al fuego según Euroclases ampara y exige la clasificación en aplicación final de uso. También delega en las normas de producto para fijar las condiciones de montaje y fijación del ensayo y el rango de validez de los resultados.
El objetivo principal es proporcionar al mercado información más veraz del comportamiento real de un producto en caso de incendio, sin que esto suponga una merma en las exigencias.
Para poder ensayar productos en aplicación final de uso existe el método de ensayo descrito en la Norma UNE-EN 13823, el SBI. Y, para poder trasladar la información obtenida al mercado, existe el Marcado CE y la información adicional. En ella habrá de figurar la clasificación del producto en aplicación final de uso desnudo y, donde adicionalmente podrán figurar las clasificaciones de otras aplicaciones finales de uso que interesen al fabricante de dicho producto.
Los ensayos
AISLA, en colaboración con IPUR, ha llevado a cabo un estudio para tener información sobre la metodología de ensayo. Así como las condiciones de montaje y fijación de las aplicaciones finales de uso más características y desfavorables del producto (Informe Técnico del LICOF No 0168T04, Anexo 5).
En particular, se han analizado 7 aplicaciones finales de uso diferentes. Las más habituales en la construcción española en las que la espuma de poliuretano no va tras un elemento con una resistencia al fuego 30 min., junto con el ensayo desnudo.
En todos los montajes se ha utilizado poliuretano proyectado con Marca N y clasificación de reacción al fuego desnudo Euroclase E, que es el resultado obtenido por el Montaje 0. En los montajes 1, 2, 5 y 6 la aportación de la espuma de poliuretano al fuego es despreciable, ya que la clasificación obtenida es la que se hubiese obtenido ensayando únicamente la capa de recubrimiento. En el caso concreto de la espuma tras una placa de yeso laminado, la superficie del poliuretano quedó intacta tras 20 minutos de ensayo.
En todos los casos, incluyendo el montaje de la espuma desnuda, no hubo goteo de ningún tipo, por lo que todos los subíndices de gotas son –d0.
Conclusiones
1.- Las nuevas normas europeas amparan y exigen la clasificación en aplicación final de uso. Aportan al prescriptor una información real sobre el comportamiento del producto en caso de incendio.
2.- El conocimiento del comportamiento y la clasificación de los productos en aplicación final de uso aportan mayor seguridad al mercado.
3.- La aplicación final de uso tiene en cuenta juntas, fijaciones, recubrimientos y protecciones. Por lo que, dependiendo de éstas, podrá haber diferentes clasificaciones para un mismo producto.
4.- Para este estudio se han seleccionado las aplicaciones finales de uso más desfavorables de entre las habituales. El resultado obtenido por la espuma de poliuretano proyectado en todas las aplicaciones finales de uso estudiadas es Euroclase B.
5.- Estos resultados sobre la espuma de poliuretano quedan avalados por la escasa siniestralidad demostrada en los más de 650 millones de m2 de espuma colocados en España.
La seguridad frente al fuego del poliuretano proyectado en fachadas ventiladas
La aplicación de espuma rígida de poliuretano para la ejecución de fachadas ventiladas es una solución que aporta un buen aislamiento térmico, impermeabilidad, y estabilidad mecánica. Estas ventajas han hecho que esta solución de aislamiento sea la más utilizada en la actualidad en fachadas ventiladas.
Sobre la seguridad frente al fuego, el DB-SI2 dice lo siguiente:
“La clase de reacción al fuego de los materiales que ocupen más del 10% de la superficie del acabado exterior de las fachadas o de las superficies interiores de las cámaras ventiladas que dichas fachadas puedan tener, será B-s3,d2, hasta una altura de 3,5 m como mínimo, en aquellas fachadas cuyo arranque inferior sea accesible al público desde la rasante exterior o desde una cubierta, y en toda la altura de la fachada cuando esta exceda de 18 m, con independencia de donde se encuentre su arranque.”
Fachadas de menos de 18 m de altura, y arranque no accesible
Se puede proyectar poliuretano Euroclase E en toda la fachada sin ningún tipo de restricción si se cumplen los siguientes supuestos:
- La fachada ventilada tiene un desarrollo vertical continuo menor de 18 m de altura.
- Su arranque no es accesible al público bien por encontrarse en una zona de acceso privado, bien por empezar a una altura no accesible.
Fachadas de menos de 18 m de altura, y arranque accesible
Si el arranque es accesible, pero el desarrollo vertical de la fachada ventilada se mantiene por debajo de los 18 m de altura, será necesario proteger únicamente los primeros 3,5 m de las zonas accesibles. Esta protección se realizará con un mortero aplicado sobre la espuma Euroclase E, tal como se indica más adelante.
Fachadas de más de 18 m de altura
Si el desarrollo vertical de la fachada ventilada es superior a los 18 m de altura, entonces hay dos opciones:
- Proyectar poliuretano Euroclase E y proteger la totalidad de la superficie expuesta con un mortero.
- Proyectar poliuretano Euroclase C-s3,d0 y realizar una barrera cortafuegos E-30 cada 10 m de altura que compartimente la cámara.
Protección con barrera cortafuegos
El CTE DB-SI2 aclara que, como alternativa a la exigencia B- s3,d2, se puede admitir una clase C-s3,d2, si las barreras que interrumpen dicho desarrollo vertical son E30. Además, nada impide que las barreras sean intumescentes.
Conclusión
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- La clasificación de reacción al fuego del poliuretano proyectado desnudo va desde C-s3,d0 hasta E.
- La clasificación en aplicación final de uso va desde B-s1,d0 hasta B-s3,d0.
- El CTE permite la utilización de poliuretano en la mayoría de las aplicaciones.
- En fachadas ventiladas de más de 18 m es necesario proteger la espuma o realizar barreras cortafuegos.