El consumo de calefacción y aire acondicionado supone más de la mitad del consumo total de energía de un edificio, y la mejora del aislamiento térmico del edificio puede suponer ahorros entre el 30% y el 50%.
Con un parque de 12 millones de viviendas construidas antes de 1980 (fecha en que se empiezan a aislar los edificios por aplicación de la NBE-CT79) las reformas se presentan como una excelente oportunidad para mejorar el aislamiento. Así se podrá ahorrar energía en los edificios y dinero a sus ocupantes. Por ello en los próximos años, el Plan de Acción del Gobierno para los Edificios se concentra en el parque de edificios existentes, aplicando criterios de eficiencia energética en la rehabilitación de la envolvente térmica.
La demanda energética de la envolvente se puede reducir entorno a un 75%
La mejora del aislamiento térmico de fachadas, cubiertas y suelos reduce las pérdidas de energía de calefacción y refrigeración, y debido a su bajo coste, su alto impacto, y su durabilidad, es la actuación de ahorro energético más eficaz.
La inversión en aislamiento se puede recuperar en un periodo entre 2 y 4 años.
Aislamiento Térmico: La solución más sencilla y rentable. Es lo que constata el Informe CEPS (2007), que analiza la relación beneficio/facilidad de implantación de diferentes medidas de reducción de emisiones de CO2 en Europa.