La inyección de espuma de poliuretano para el aislamiento de techos es una de las mejores soluciones para conseguir un aislamiento eficiente en los elementos constructivos horizontales.
La espuma de poliuretano es un material constructivo compuesto por poliol e isiocianato que se procesa industrialmente para formar un material líquido que una vez inyectado en la cámara de aire, conforma una espuma rígida de celda cerrada que se convierte en un aislante muy eficaz.
Además, su inyección puede darse tanto sobre techos planos como inclinados, incluyendo el caso del aislamiento e impermeabilización de cubiertas planas.
Ventajas de inyectar espuma de poliuretano en techos
El poliuretano inyectado cada vez es más utilizado en edificación debido a su gran versatilidad a la hora de su aplicación ya que se puede aplicar sobre la mayor parte de los materiales más utilizados en construcción: ladrillo, hormigón, cemento, yeso laminado, fibrocemento, metal o madera.
Las principales ventajas de emplear espuma de poliuretano inyectada para la rehabilitación y aislamiento de techos son las siguientes:
- Se constituye un aislamiento de capa continua con ausencia de juntas o solapes.
- Es capaz de adherirse a cualquier superficie, lo que termina por rellenar huecos y fisuras existentes, al tiempo que refuerza la estructura del techo.
- Su ligereza lo convierten en un material idóneo para techos ya que no añade peso a la estructura.
- Se trata de un material estable y resistente, no se producen descuelgues ni deterioros. Además, mantiene sus propiedades aislantes durante toda la vida útil del edificio.
- Consolida el forjado, y elimina el riesgo de desprendimientos.
- Es inocuo para las personas y beneficioso para el medioambiente a lo largo de su vida porque contribuye a mejorar la eficiencia energética del edificio.
- Su ejecución e instalación es muy rápida, por lo que resulta un material de construcción con una buena relación calidad/precio.
El único requisito para inyectar poliuretano en techos es que se disponga del espacio suficiente (cámara de aire) para que la espuma penetre en el interior del cerramiento y cumpla su función. Además, es el único material aislante que puede certificar sus propiedades antes de la instalación y una vez instalado en obra.
