Para conmemorar su 150 aniversario, BASF organizó un concurso científico en EEUU. Una propuesta de poliuretano bio fue la ganadora.
El objetivo del concurso fue para resolver el siguiente problema: ¿Qué químicos se pueden utilizar para crear soluciones ligeras que mejoren su gestión al final de su vida?
El premio se lo llevaron a casa los estudiantes de Ingeniería Química y Materiales del Departamento de Ciencias de la Universidad de Minnesota. La tecnología ganadora se basa en la introducción de una Mevalonato monómero a base de azúcar (MVL) y su Poliesterol (PMVL) hecho por polimerización libre de disolvente, que en última instancia podría transformar la industria del poliuretano.
«Esta idea novedosa, presentada por los estudiantes de la Universidad de Minnesota, ilustra claramente cómo esta nueva tecnología podría reemplazar potencialmente a los polioles tradicionales, a base de petróleo «, dijo Elvira Stesikova, Ph.D., BASF Project Manager.
De forma similar a los polioles tradicionales, los poliesteroles (PMVL) exhiben propiedades asociados con el peso molecular variado y la funcionalidad de la reticulación. Sin embargo, a diferencia de los polioles actualmente comercializados, los poliesteroles (PMVL) ofrecen un proceso libre de solventes, utilizan una fuente sostenible de materias primas, y presentan una mejor biodegradabilidad y reciclabilidad. A largo plazo, esta tecnología de poliuretano bio es vista como un paso hacia poliuretanos libres de isocianato.
Cuatro equipos de estudiantes presentaron propuestas que fueron evaluadas por un grupo de ejecutivos de BASF. Las ideas serán compartidas con distintas unidades de negocio de BASF para su posible desarrollo posterior. Los tres equipos finalistas representaban Instituto de Tecnología de Georgia, el Instituto Politécnico Rensselaer y la Universidad de Connecticut.
Todos los equipos que presentan recibieron un premio de 5.000$ y los miembros del equipo ganador ganaron un viaje con todos los gastos pagados para el Curso de Verano de BASF, que se celebrará en Ludwigshafen, Alemania, en agosto.
Fuente: BASF
